La obra de Dios continúa incansablemente en la bella Isla de Cuba. En medio de muchas luchas y pruebas, seguimos trabajando. Es difícil imaginar todas las dificultades que enfrentan nuestros hermanos en Cristo en Cuba. He estado en Cuba este año, animando a los santos a continuar firmes en la fe de Cristo Jesús.

Tenemos un equipo de pastores trabajando en toda la Isla, liderados por Samuel Noa, Pastor de la Iglesia Evangélica Mundial en Guantánamo, quien ha sido vital para avanzar esta obra y restaurar el mensaje de Pentecostés. Cada año, graduamos entre ciento cincuenta y doscientos estudiantes. Este año no fue diferente y hemos superado nuestras expectativas.

Actualmente, tenemos dos escuelas funcionando en el este de Cuba: una en la comunidad de San Vicente, con diecisiete estudiantes, y otra en la Iglesia Evangélica Mundial en Guantánamo, con cuarenta y cinco estudiantes, para un total de sesenta y dos estudiantes. Mantengan en oración la obra y los trabajadores en Cuba.

El siguiente testimonio es del Pastor Samuel Noa, Obrero de Campo de la SOC:

«Dios les bendiga, Hermanos y Hermanas en Cristo. Gracia y paz a ustedes en el Señor.

Quiero testificarles de corazón que la Escuela de Cristo llegó a nuestras vidas hace más de diez años, afectó nuestra vida familiar y ministerial y detuvo lo que hacíamos por desconocimiento de la Verdad. La Escuela de Cristo Internacional renovó nuestra visión Espiritual.

Estamos conscientes de la necesidad de proclamar este “Mensaje de Pentecostés” a todo el país, por lo que hemos asumido el reto de brindarle a todo el liderazgo y ministerio pastoral cubano la oportunidad de vivir la experiencia de la Escuela de Cristo. Esto se ha convertido en la razón de nuestro llamado y misión. Hemos podido llegar a nuevas iglesias y a sus líderes cada año, capacitando a nuevas generaciones como la Esposa del Cordero, enseñando que debemos estar preparados para encontrarnos con Él.«

Necesitamos de sus oraciones y apoyo financiero para continuar con esta obra. Son muchas las solicitudes de la Escuela, pero no podemos dar respuestas rápidas debido a la falta de recursos y la crisis que enfrentamos en Cuba. Esto sólo lo puede hacer posible Dios.

Les envío mis saludos y los santos de Cuba les saludan. La Palabra del Señor no está prisionera en nuestro interior. Seguimos difundiendo el Evangelio de Jesucristo a los perdidos de Cuba. Nuestro propósito es poder extender la Escuela de Cristo por toda la nación. Ayúdennos a hacer posible esta visión. Muchas bendiciones.