Habían pasado cinco años desde que tuve el privilegio de regresar a Venezuela. Fue un reencuentro emocionante con pastores y estudiantes de la Escuela de Cristo Internacional (SOC).
Aunque no fue posible viajar hasta allá, más de cien estudiantes completaron la Escuela de Cristo en diferentes ciudades y estados de Venezuela. La SOC ha despertado pastores y líderes que se han dado a la tarea de recibir esta formación. Tuve el honor de graduar a un grupo significativo de estos estudiantes y comenzar una nueva escuela de la SOC con veinticinco estudiantes de Caracas.
Esta experiencia fue inspiradora y de gran bendición, representando un avance considerable de la Escuela de Cristo en Venezuela. Es fundamental resaltar la destacada labor que han realizado el Pastor Jhony Echezuria y su equipo de trabajo y el Consejo de las Asambleas de Dios de Caracas, quienes a pesar de las dificultades políticas, sociales y económicas que enfrentan nuestros hermanos en Venezuela, han demostrado un compromiso inquebrantable con la continuidad de la obra de la Escuela de Cristo. Su dedicación y esfuerzo han sostenido esta visión de Dios en este país.
Al reunirnos con todo el equipo directivo hicimos un plan de trabajo que consideramos una estrategia que haría avanzar significativamente la Escuela de Cristo en todo el país.
A pesar de los retos que supone continuar la obra de la Escuela de Cristo en Venezuela, estamos decididos a continuar en nuestra misión de empoderar el cuerpo de Cristo y llevar esperanza a quienes más la necesitan a través de este mensaje de Pentecostés. Gracias por ayudarnos con sus oraciones y aporte económico para continuar esta labor de preparación de la novia del Cordero de Dios.