Dios sigue obrando en Perú. Este enero, celebramos con gran alegría la segunda graduación de la Escuela de Cristo en Perú, donde 20 estudiantes completaron su formación ministerial. Sus testimonios son conmovedores: Dios ha transformado sus vidas y ministerios de manera poderosa.
Uno de los momentos más especiales fue la inauguración de una nueva iglesia, dirigida por el pastor Pedro Eugenio Jacobo de la Cruz. Tras graduarse de la Escuela de Cristo en septiembre del año pasado, renunció a su profesión y retomó el llamado de Dios para servirle a tiempo completo como pastor. Ahora ha fundado una nueva iglesia, y tuve el privilegio de estar presente en su primer servicio y servir como predicador. Fue maravilloso ver cómo la Escuela de Cristo está siendo una herramienta que inspira a cada hombre de Dios que abre su corazón a escuchar la palabra de Dios.
Como ya he mencionado, el Perú enfrenta muchos desafíos espirituales y sociales. Sin embargo, en medio de estas dificultades, Dios está despertando a su iglesia. Durante la escuela en Pisco, cada día comenzaba con una oración, marcando el ritmo de una formación intensa y transformadora. La enseñanza confrontó la religiosidad y trajo libertad y restauración a muchos corazones.
Las manifestaciones del poder del Glorioso Espíritu Santo se ven siempre en el desarrollo de cada día: sanidades, milagros, bautismos en el Espíritu Santo; es verdaderamente maravilloso ver a mi Señor confirmando de esta manera lo que enseñamos. El impacto de esta escuela ha sido tan grande que ya estamos organizando la próxima en los próximos meses. También hemos recibido solicitudes de pastores de Chincha para llevar la capacitación a esa hermosa ciudad.
Agradecemos profundamente a cada persona que nos ha apoyado con oración y dinero. Su apoyo es clave para el avance continuo de esta obra. Sigamos intercediendo para que Dios siga abriendo puertas y equipando a su iglesia en Perú.